SALUDO DE C. MIRIAM POR LOS CIEN AÑOS DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE

                         
           
         

Muy queridos compañeros de Segunda Independencia:

Agradecida por la invitación al justo homenaje a la revolución rusa por sus inolvidables cien años.

Trazo aquí conmovida la voz del alma encerrada que anhela volar a abrazarlos puño en alto.

A lo largo de la historia de la humanidad, inconmensurable valor perdurable tienen los hechos de unas épocas y algunos hombres que las representan.

Hoy tomamos a Lenin. Segunda década del siglo XX ¡Siglo de la revolución socialista!

El Gran Lenin tomó de Marx la bandera de la revolución proletaria y la clavó en Rusia. Con Partido Con revolución. Con la clase y las masas oprimidas. Con sus indelebles palabras ¡Dadme un Partido y transformaré Rusia! Convirtió el verbo en acción y abrió la era de la revolución proletaria mundial.

Su obra estremeció el mundo entero y la mitad de éste se tornó bandera roja desafiante. El primer Estado socialista. El fin de una de las más rancias aristocracias. La colectivización del agro, su mecanización. El desarrollo de la industria. El término de su analfabetismo. La conquista del espacio. El cine elevado a arte… y cuánto heroísmo en la derrota al fascismo, cuánto más en Stalingrado. Y cuántos hechos más por contar en el corto trecho de lo nuevo. Inolvidable entre estos la revolución China del Presidente Mao Tsetung.

A cien años del camino abierto, reveses, fracasos y derrotas nublan el panorama rico en experiencias y lecciones. Doquier “no se oye otra voz que la de los opresores”, “todo sigue igual” o peor difunden ellos. Y entre los oprimidos muchos dicen ahora: Jamás se logrará lo que queremos.

Pero ¿acaso no es cierto que también los dominados hablan, piensan y actúan? ¿De quien, pues, depende que siga la opresión? De nosotros ¿De quién que se acabe? De nosotros también. Entonces, la fuerza del número organizado hará realidad lo que se dijo: “los vencidos de hoy serán los vencedores de mañana y el jamás se convierte en hoy mismo”.

Hoy, entonces, qué decir? Hoy, sí nos sirve su mirada penetrante, sí nos sirve su acción, sí nos sirve su lucha reivindicativa y su sindicato, sí nos sirve la lucha política de la clase por cumplir su papel histórico. Nos sirve su certero desenmascaramiento del imperialismo, enemigo principal de los pueblos y sus guerras de rapiña por nuevo reparto del mundo sí nos sirven para madurar la revolución.

Lenin, sí nos sirve compañeros, nos sirve su futuro que es un presente libre.

Y nuestra lucha de siempre compañeros, sí nos sirve en este centenario octubre rojo.

Muchos, muchos éxitos y un caluroso abrazo camaraderil.

Suya, Elena Yparraguirre R.

 

Ancón, octubre 2017.